JMJ Madrid 2011

Con el paso de la Cruz de los Jóvenes de los jóvenes madrileños a los jóvenes de Río de Janeiro al final de la Misa del Envío terminó el pasado domingo 21 de agosto la XXVI Jornada Mundial de la Juventud que se celebró en Madrid entre los días 16 y 21 de agosto.
La cifra total de peregrinos no se sabe y (en mi opinión) no se quiere saber. Se dice que ha habido entre uno y dos millones de personas inscritas, pero probablemente el momento en que más gente se reunió fue en el fin de semana en el que se celebraron la Vigilia y la Eucaristía del Envío.
Hubo mucha gente que tuvo que quedarse fuera porque el aeródromo de Cuatro Vientos no daba para más. Había una zona bastante grande reservada para público en general (sin acreditación) y a pesar de eso, se llenó de gente que quería estar con los jóvenes de todo el mundo, celebrando la fe en común.
Yo he participado activamente de esta JMJ Madrid 2011 como voluntario. Sé que ha habido bastante polémica con el tema del voluntariado, del estatuto del voluntario y demás, pero me ha dado absolutamente igual. He dado todo lo que tenía que dar porque las cosas salieran bien y no he querido poner ninguna traba en mi labor como voluntario. También ha sido mi voluntad el pagar el dinero que había que pagar.
Esta ha sido una gran experiencia en la que he aprendido muchas cosas, como que cada uno es como es y hay que respetarlo, que a veces tienes que decir que no a tiempo para que las cosas no vayan a peor, que la edad no es una barrera para hablar con cualquier persona y sobre cualquier tema, que las apariencias engañan, que hay algunos movimientos católicos que funcionan de manera diferente en otros países que no son España, y algunas cosas más.
También me he sentido animado por estos tres obispos: Mons. José Octavio Ruiz Arenas (Vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina), el Cardenal Arzobispo Óscar Rodríguez Maradiaga (Arzobispo de Tegucigalpa) y Mons. Javier Salinas Viñals (Obispo de Tortosa) en las catequesis que dieron en diferentes días y lugares y a las que tuve el placer de asistir.
Ahora tengo muchos más contactos en Facebook o, como dicen mis amigos italianos, face-libro y espero que con ellos pueda seguir viviendo experiencias a lo largo de mi vida, porque algunos de ellos me han marcado.

Comentarios